domingo, 31 de enero de 2010

England! 26-30 / 01 / 2010




¡De nuevo en tierras valencianas, frente a mi pc y mi taza de cola-cao, tras cinco vertiginosos días de aviones, trenes, autobuses y metros por territorio inglés! Ha sido agotador, pero sin duda ha merecido la pena. Fue toda una aventura, comenzando por el propio vuelo, porque no me subía a un avión desde los cinco años. Ver el cielo mirando hacia abajo es algo que no tiene precio. Hubo un momento en que parecía que sobrevolábamos un océano de nubes de algodón... me entraban ganas de salir y echar a correr dando brincos, como en el Super Mario Bros. 3. Era hermoso, la verdad. Aunque no había monedas.

Una vez en tierra, y tras haber dado Raquel y yo nuestro primer cenquiu al señor que revisaba los DNIs en el Stansted Airport, nos dirigimos raudos a reclamar los billetes de coach (entrenador no: autobús de largas distancias, por lo que pude deducir) que previamente habíamos comprado por internet para viajar de Londres a Southampton. Unos cuantos sorry, what?? después, teníamos no sólo nuestro billete, sino también un par de más para ir desde donde estábamos hasta la capital.

Lo de no empaparme de nada de lo que nadie me decía me hirió un poco en el ego. Yo creía que tenía un buen inglés. Un inglés potable, al menos. Pero, desde luego, en la vida real la gente no habla como en las películas. El black metal debió de inventarlo un autobusero inglés.


Nuestra primera visita a Londres fue bastante fructífera: vimos el Big Ben, el parlamento, el río Támesis (Thames para ellos), el Ojo de Londres, Trafalgar Square y la National Gallery. Todo antiguo, gigantesco y precioso. Además, estuvimos caminando por Baker Street, hogar del famoso detective, y estuvimos más cerca que nadie de la fecha planetaria colocándonos sobre el meridiano de Greenwich. Todo aderezado con  un montón de big red buses, destartaladas cabinas de teléfono y unas cuantas catedrales y monumentos menores aquí y allá. Exquisito.

Después nos dirigimos a Southampton, lugar de residencia de nuestro amigo Mig, y en el autobús encontramos una hoja plastificada que nos llamó la atención. Era una guía de supervivencia en la que se incluía qué hacer para combatir las nefastas consecuencias de una rampa en el pie, con un dibujito muy ilustrativo y una serie de diagramas precisos. Inglaterra se preocupa mucho por sus ciudadanos.

Mig, en un intento por reafirmar su nacionalidad, llegó con quince minutos de retraso y nos encontró congelados en el interior de dos enormes témpanos de hielo. Vale, no, pero casi. Si ya hacía un frío espantoso de día, de noche... te cagas. Un paseíto y llegamos a su casa. Gracias a Dios, tenía calefacción.


Al día siguiente nos fuimos los tres a Salisbury, un pueblecito que huele tanto a leyenda como a pizzas de precio astronómico. Allí cogimos el bus turístico, ¡que nos llevó nada menos que al Stonehenge! Al llegar casi nos da un patatús. En Southampton hacía frío, sí, pero es que aquí directamente se nos podía meter pescado en la boca para su correcta preservación. Unos aparatitos semejantes a walkie-talkies nos explicaron en nuestro idioma la historia de aquel monumento, y alguno de sus mitos, como el que decía que había sido construído por gigantes, o por el mismísimo Lucifer.

Unas horas más tarde realizamos la otra visita obligada de Salisbury, su inmensa catedral, la más importante del Reino Unido. Es difícil describir lo insignificante que puede uno sentirse al entrar en aquel edificio, sin duda la cumbre del estilo gótico. Columnas altísimas, pasillos anchos, un enorme órgano sonando... y multitud de sillas de oficina. Casi perfecto.


Un día después, volvimos a Londres armados cada uno con un bocadillo de pechuga de pavo, lechuga, tomate, pepino y mantequilla. Nos lo comimos ante el ciclópeo British Museum, después de haberlo explorado en lo posible. Vimos momias, esfinges, espadas, mosaicos, estatuas, pollas, armaduras y pergaminos; sobre todo cosas de Egipto, Grecia y Japón. Más tarde fuimos al Tate Modern, un museo de arte contemporáneo bastante chulo, y todavía tuvimos tiempo de atravesar el London Bridge calándonos hasta los huesos con la lluvia, que iba arreciando. Una visita rápida a Picadilly Circus, y se acabó la jornada.

Raquel y yo dedicamos el último día a curiosear por Southampton mientras Mig acudía a sus quehaceres académicos en la Solent University. Nos pateamos todo el Common Park, un parque enorme, del mismo tamaño que el núcleo urbano entero, donde vimos animales tan entrañables como patos, ardillas y cuervos a tutiplén. Después nos fuimos de compras y pudimos observar que los discos de música se venden a menos de 6 libras la unidad, y los videojuegos a no más de 20. En España pagamos el triple. God save the queen.


En Inglaterra todo lleva nombres épicos: Archer street, Excalibur business, Temple bar, Dungeon night-club... pero había un lugar que se llevaba la palma, al que ya le había echado el ojo por el google maps una semana antes: The Hobbit, ¡con la tipografía adecuada y todo! No era un pub demasiado freak, en realidad, porque por dentro era bastante normalito, pero tenía un agradable ambiente de taverna. Además, algunos detalles como los anuncios del Tom Bombadil's day y la Rythmdell jam session lograrían arrancar una sonrisa a cualquiera que llevara unas pocas horas de rol a sus espaldas. Nos despedimos del pueblo con una pinta de sidra y nos preparamos, Raquel y yo, para dormir en dos coaches diferentes, una estación de autobuses y, finalmente, el suelo del aeropuerto, todo en la misma noche.

El viaje había sido fantástico sólo con lo que ya os he contado, pero, para mí, quedó redondo con la sorpresa que nos esperaba al salir del aeropuerto para embarcar: ¡había estado nevando! Por primera vez en mi vida, pisé y toqué un poco de nieve. Casi me saltan cubitos de los ojos por la emoción. Goodbye Great Britain, y de vuelta en casa.

Nos faltaron cosas por ver, lo sé. No vimos el Buckingham Palace, ni el Hyde Park, ni pasamos por King's Cross (que no sé si tiene algo interesante, pero sale en From Hell). Tampoco fuimos a Oxford, que está relativamente cerca de Londres, pero en dirección contraria a Southampton. 

En un futuro, tal vez.


7 comentarios:

  1. Madre de dios, casi lloro al ver tu entrada! Es la mejor forever and ever!

    Me he reído muchísimo en la parte de Stonehenge XDDD Todo narrado tal cual.

    Mi actualización al lado de la tuya es una puta mierda XDD, así que pondré un enlace a la tuya :D

    VOLVEREMOS!!

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  2. que pasada tio1y encima de ese superviaje consigues ver y tocar la nieve.ya vi ayer un monton de fotos que puso miguel en facebook enhorauena por el peazo viaje :).

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  3. jo tio me gusta tu teclado.. hay q ver q bien escribe.. xD

    ^^ se nota q te lo has pasado genial, me alegro un montón por ti!

    Saludos! nos vemos!

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  4. Inglaterra es un sitio que engancha, cuidado. Se empieza yendo a visitar a un amigo y acabas volviendo tropocientas veces xD

    Lo malo es que LLUEVE. MUCHO. AGH-CACA.

    Yo no he ido mucho más allá de Londres, así que me hace falta una visita a Inglaterra un poco más a fondo. Sobretodo me dais envidia cochina por haber visitado Stonehenge!!

    PD: En cuanto hay que enfrentarse al idioma en el país, la cosa cambia. Ya verás lo "divertidos" que son los acentos, ya... xDDDDDD

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  5. A mí me gusta la lluvia ^^

    Aviso: Dije que esta semana tendrían ustedes cómic, verdad? Pues no. Toca esperar a la que viene, porque este viernes tengo... UN EXAMEN. He enviado a todas mis neuronas a la cámara de tortura, así que, por favor, no las molesten. Gracias.

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  6. Vaya foto subes, hijo de ... !!!
    Me ha encantado el encantador diario de Bitágora.
    De hecho voy a guardarlo en txt, en la carpeta de las fotos...
    Me alegra mucho que disfrutarais el viaje, yo también me lo pasé muy bien además de que ayudó con mis cosas bizarras mentales.
    El frío y la nieve, sí, muy épicos; pero hay que ver qué lo que ... ejem... molestan...
    En fin, siento mi carencia de chispa, pero son las 7 de la mañana y estoy aún aquí con mi ordenador, haciendo no sé exactamente qué: existiendo diría yo. Pero bueno...
    Muchas gracias por venir, compañeros; espero que se repita pronto!! =D

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  7. De nuevo, voy a llorar T_T

    Jodio y querido Mig... ains! (k)

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