No sé si aun hay quien se pase por aquí de vez en cuando, pero, en cualquier caso, me veo en la obligación moral de informar de que no volveré a publicar nada en este pequeño y viscoso rincón de la Red. Todo tiene un final, y los blogs chapuceros como este no son una excepción. Han pasado casi cuatro años desde que abrí La lengua del calamar, y tuvo su momento de gloria... pero hace ya tiempo que viene hundiéndose en la decadencia, y creo que lo mejor será terminar con su agonía de una vez por todas.
Tal y como hice al final del período vital de mis otros blogs, voy a dejarlo todo como está, para que cada uno pueda venir y echar un vistazo al pasado cuando le apetezca. Es lo que ha traído el Internet a nuestras vidas, ¿eh? Lo de poder echar un vistazo al pasado. No sé si es algo bueno o malo, pero de momento lo aprovecharé para dejar constancia de algunos datos del blog tomados a día de hoy:
Entradas publicadas: 77
Comentarios publicados: 415
Páginas vistas: 14.557
Gracias a todos los que se han pasado por aquí alguna vez, y en especial a quienes dejaron caer algún comentario.
Que la vida os sea propicia.